Acercándonos a la mitad de la segunda década del siglo 21, aún existen grandes oportunidades de crecimiento internacional para nuestros productos
gourmet en Europa,
nuestro primer mercado, pero cuidado, que sea proclive a ello no significa que lo haga sin más. La competencia es feroz, no solo de los italianos, sino de los franceses y muchos románticos que crean sus productos
gourmet y que hace más difícil las barreras de entrada para nuestros productos.
Si no estás, no se te conoce, si no promocionas tu marca y tus productos, no existes, y si no entras en las tiendas europeas, no venderás en Europa. Así que solo queda un camino, invertir. Si no inviertes es ti, ¿quién demonios lo hará? Porque sobre el papel, todos tenemos unos productos maravillosos, inigualables, imbatibles, la envidia de medio mundo… pero si no se conocen y no se invierte en su comunicación, en el valor de los productos y de la marca que los protege, el trabajo no llegará a buen puerto. No conquistaremos nuevas tierras, y deberemos conformarnos con lo que nos dejen. En muchas ocasiones solo tenemos acceso a tiendas que españoles crearon con gran esfuerzo y valentía en países como
Alemania,
Francia o
Suiza, pero si queremos triunfar, debemos convencer a tiendas regentadas por autóctonos para que ellos seduzcan a sus clientes con nuestros atractivos.
Ahí está nuestra hoja de ruta en
Made in Spain Gourmet, desarrollar nuestro propio canal, donde
nuestros valores, los de
marca, los de los
productos, pero también los de las
personas que estamos detrás de cada proyecto, nos harán diferenciadores y esperamos que también triunfadores. Porque el esfuerzo y la constancia
siempre da sus frutos.