Ficha técnica:
Modo de empleo y dosificación: Usar a modo de azúcar. 1 gramo de Sucralín equivale a 7 gramos de azúcar.
Ingredientes: Dextrosa, Maltodextrina, E-955 (Sucralosa).
Producto universal, para todos. Apto para personas con diabetes y celiacos – Sin gluten, sin lactosa, no contiene fenilalanina, y para personas que quieren cuidar su línea. Para las personas con diabetes se recomienda un máximo de 12 cucharadas soperas al día.
Productor: Sucralín
Origen: Terrassa (Cataluña)
Información nutricional:
Por 100 g
Por 1 gr:
Caducidad: 30 meses.
Ficha técnica:
Modo de empleo y dosificación: Usar a modo de azúcar. 1 gramo de Sucralín equivale a 7 gramos de azúcar.
Ingredientes:
Comprimidos: Celulosa micro crisatalina, Dextrato Hidratado, E-955 (Sucralosa), Croscamelosa sódica, L-leucina.
Granulado 175gr y Sachettes: Dextrosa, Maltodextrina, E-955 (Sucralosa).
Líquido: Agua, E-955 (Sucralosa), Benzonoato de sodio, Ácido cítrico.
Producto universal, para todos. Apto para personas con diabetes y celiacos – Sin gluten, sin lactosa, no contiene fenilalanina, y para personas que quieren cuidar su línea. Para las personas con diabetes se recomienda un máximo de 12 cucharadas soperas al día.
Productor: Sucralín
Origen: Terrassa (Cataluña)
Información nutricional:
Por 100 g
Por 1 gr:
Caducidad: 30 meses.
Estamos muy felices de seguir innovando en el mercado de los edulcorantes de origen natural. Como ya sabéis llevamos en el mercado más de 12 años y nos sentimos como el primer día: ilusionados porque cada día haya más personas que tenga una opción mejor de elección para endulzar sus recetas, bebidas, yogures o productos diversos.
La gama de productos Sucralín está basada en tres formas de disfrutarlo. Líquido, comprimidos y granulado. Éste es el más demandado y en el que había un gran salto entre el tamaño más grande de venta, el de 300gr (equivalente a 2,1kg de azúcar) comercializado en farmacias, herboristerías, centros de dietética e internet, con el de uso más profesional/industrial de 5, 15 y 40kg.
La pandemia de hace dos años nos ha aportado nuevos hábitos que se han consolidado, como es la repostería en casa. La gente le cogió el gusto a hacer recetas caseras, y se ha mantenido cuando hemos recuperado la “normalidad”. Se consume más producto hecho en casa. Una tendencia que creemos que irá en aumento en los próximos años. Pero eso no quiere decir que los ingredientes que se utilizan a nivel particular tienen que ser de menor calidad. Más bien lo contrario. Las personas quieren alimentarse mejor, y cuidan mucho más qué ingredientes utilizar para que esa dieta “más casera” también sea “más saludable”. Y ahí encontramos un ingrediente al que se ha querido reducir su consumo, como es el azúcar. Cuando la dieta incluye azúcar en grandes cantidades, aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad (en particular, en los niños), hipertensión, diabetes, problemas bucodentales son otras de las consecuencias de un consumo continuado y en cantidades superiores a las aconsejadas. Estos son algunos de los posibles efectos negativos más conocidos del azúcar hasta ahora. La sociedad sigue buscando alternativas más saludables para reducir esas contraindicaciones y en Sucralín encuentran la ideal para seguir teniendo lo mejor del azúcar, su dulzor y sabor, pero sin las calorías, sin provocar caries, ni hipertensión o sobrepeso.
Como nuestro Sucralín las personas descubrieron que endulzar ya no era un lujo o un capricho. Sino más bien un derecho. Y tener la oportunidad de utilizarlo para cocinar, con lo mejor del azúcar y sin lo malo del mismo, ha hecho que su consumo se dispare en casa. Porque además la cantidad necesaria para endulzar en tan pequeña, que ya no hay ese miedo hipercalórico que podía proporcionar una receta casera elaborada con el azúcar.
Así, nos encontramos muchos consumidores que nos escribían para saber si podrían optar a un formato mayor, porque utilizarlo más en sus recetas caseras, además de endulzar bebidas, yogures, hacía que su consumo fuera mayor, y los formatos actuales de 175gr o 300gr granulados, o el táper de 300 sachettes (240gr), se acababan más pronto.
Y como éramos muy conscientes de esa necesidad, quisimos cubrirla con un nuevo formato que pudiera satisfacer a esos consumidores que necesitaban más producto. Por ello, desde julio, hemos creado el producto de 1kg (con una equivalencia a 7kg de azúcar) en formato Doypack, uno de los mejores sistemas de envasado que existe en el mercado para alimentos.
Acabado en brillo y aspecto elegante, tiene un cierre Zip para poder abrir y cerrar la bolsa herméticamente cuántas veces se desee, evitando que los alimentos se oxiden y pierdan sus propiedades, prolongando la vida útil del producto. Su curvatura central hace que su manejo sea más cómodo para el consumidor y le proporciona un aspecto más estilizado.
Al ofrecer más cantidad de producto, se convierte en un formato que fomenta el ahorro en estos tiempos de alza de precios, sin tener que renunciar a un producto tan básico como puede ser Sucralín para la dieta diaria.
Incluso lo planteamos, gracias a su cierre hermético, como un formato que rellene otros formatos que ya se tengan en casa como el de 175gr o el de 300gr, una vez éstos estén acabados. Contribuyendo a la reutilización de los envases y reforzando nuestro compromiso con la sostenibilidad.
En estos momentos solo está disponible en la web, sin embargo, en breve también lo podréis obtener en Amazon.
El eritritol es un edulcorante que forma parte del grupo de los polialcoholes, que son de origen natural y que se encuentran presentes en frutas y vegetales, así como en algunos productos fermentados como la cerveza. La principal característica de este producto tan popular es su escaso valor calórico. Otros edulcorantes, según la OCU, que se incluyen en este grupo serían los siguientes: sorbitol, manitol, isomaltitol, maltitol, lactitol y xilitol.
La mayor parte del eritritol consumido no es metabolizado por el organismo y su aporte de calorías es inferior a 0,2 kcal por gramo. Por tanto, se ha convertido en un sustituto del azúcar comercial, aunque solo posee el 70% de su dulzor.
Además, tal y como señalan en determinados estudios, no modifica ni aumenta los niveles de glucosa e insulina en sangre, ni los de colesterol o triglicéridos, por lo que es un aditivo que puede ser consumido por personas diabéticas o con obesidad.
Se utiliza, entre otros usos, como ingrediente en una gran variedad de bebidas y muchos alimentos procesados.
No obstante, la ingesta de polialcoholes como el Eritritol, puede provocar un incremento de gases por fermentación bacteriana en el intestino, flatulencias, e incluso diarreas y dolores abdominales. Además, puede provocar un efecto laxante, que por obligación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya le obligan a indicarlo en el packaging del producto "El consumo excesivo puede producir efectos laxantes".
Sucralín se elabora con Sucralosa que es un edulcorante, con el código E-955, bajo en calorías que no merma las propiedades organolépticas de un producto.
Sucralín es un edulcorante de origen natural y que puede usarse en sustitución del azúcar; no tiene calorías del azúcar, se obtiene a partir del azúcar (caña de azúcar) y tiene la ventaja que conserva el auténtico sabor a azúcar.
La sucralosa se extrae del azúcar mediante un proceso de halogenación en el cual se sustituyen selectivamente tres átomos de grupos hidróxilo de la molécula de sacarosa por tres átomos de cloro. Estos átomos de cloro le confieren una estructura molecular de gran estabilidad y un poder edulcorante 600 veces más dulce que el azúcar.
Como dijimos anteriormente, tiene menos aporte calórico y no estimula la liberación de insulina, por lo que es apto para las
personas con Diabetes, y en general para todas las personas porque no tiene ninguna contraindicación.
El aumento de la tasa de sobrepeso y obesidad es un problema de salud pública, y aunque aún queda mucho camino por recorrer, los organismos oficiales van tomando cartas en el asunto para hacer que la industria alimentaria reformule los alimentos procesados y cambie ciertos componentes por otros más saludables. Uno de los ingredientes que está en el punto de mira es el azúcar, por estar presente en más alimentos procesados de los que pensamos y en cantidades más elevadas de las deseadas. De ahí la búsqueda de otras alternativas, como el uso de edulcorantes bajos en calorías para ayudar a reducir la carga calórica de alimentos y bebidas azucaradas sin mermar las propiedades organolépticas del producto.
Uno de los más recomendados es Sucralin, por todas las características favorables que posee. Por ello, cada día es más utilizado en el mercado industrial como alternativa al azúcar.
Sucralín resulta ser muy estable y resiste bien las altas temperaturas, característica que permite su uso a la hora de cocinar o de hornear, como los productos de pastelería, sin perder su capacidad de endulzar. Se puede usar en sustitución del azúcar o en combinación con él para reducir el aporte calórico de una receta. La podemos encontrar en varias presentaciones: líquida, granulada, en sobres y en comprimidos. Para utilizarlo en bebidas como el café, el té, lácteos y como ya hemos comentado, en recetas.
La sustitución del azúcar por Sucralín es una buena alternativa para reducir el contenido calórico de los productos y favorecer un mejor control del peso corporal sin renunciar al sabor dulce. Permite que las personas que entran en programas de pérdida de peso, puedan disfrutar de este sabor sin tener que contar calorías. Al no ser reconocida por el cuerpo como carbohidrato, es idónea para dietas adelgazantes.
En resumen, a pesar que el eritritol posee características semejantes a Sucralín, son determinantes las contraindicaciones del primero para elegir al segundo. Y es que además de endulzar y saber a azúcar, Sucralín es más saludable que el eritritol.
Sucralín sabemos que es la mejor alternativa al azúcar en el mercado. Y en muchas ocasiones no es fácil encontrar al propietario y creador de un producto tan revolucionario, que pueda explicar de manera llana y clara, porqué lo creó.
Porque su storytelling es una historia personal. Adicto al azúcar (dos sobres en un cortado cada día), casi le diagnosticaron pre-diabético, por lo que el endocrino le obligó a dejarlo. Pero como no quería dejar de endulzar sus cortados cada día, probó con otros productos como la sacarina, pero no sabía igual.
Y así nació Sucralín, para que la gente tuviera alternativas reales al azúcar, tanto en el gusto como en la textura. Porque era muy importante que fuera apto para todo el mundo, personas que no pudiesen tomar azúcar o personas que quieren dejarla, pero no de endulzar sus recetas, sus yogures, sus cafés o tés.
Su origen natural (proviene de la caña de azúcar) hace que sea un producto saludable, y por eso es recomendable también para las personas que se cuidan, pero no quieren dejar de endulzar sus vidas.
¿Y en qué se diferencia Sucralín de la competencia? En el sabor, es el único que realmente sabe a azúcar y 0 efectos secundarios. La competencia que utiliza polialcoholes (Maltitol, erithitrol por ejemplo) tienen contraindicaciones, producen flatulencias. Y Sucralín, no.
Accesible para todos los bolsillos
Y lo más importante hoy en día, es el bolsillo. Cuando Óscar creó Sucralín, quería que todas las personas tuviesen acceso. La diferencia radica en la concentración de dulzor que tiene Sucralín y el azúcar convencional. El primero, al retirar las partes nocivas de la sacarosa (azúcar), queda la parte más dulce (600 veces más dulce que el azúcar estándar), por lo que endulza con muy poca cantidad, y dura muchísimo más que el azúcar, de media, de 6 a 10 veces más. Por lo que, si lo comparamos, con muy poquito, puedes endulzar todas tus recetas. Y eso es lo que más destacan sus consumidores que cunde muchísimo. Así se consigue ahorrar, porque es el que más dura.
Así pues, en esta entrevista, encontraréis a un Óscar Gràcia lleno de energía y con muchas ganas de transmitir a la gente que sí el encontró una alternativa al azúcar, ahora ellos también pueden acceder a Sucralín.
Cuando a finales de la primera década del 2000 Oscar Gràcia, CEO de Sucralín, pensó que tenía que crear un producto que se diferenciase del azúcar, porque el médico le aconsejó dejarlo por su salud, era difícil de imaginar que hoy en día, sería una verdadera alternativa para endulzar. Inimaginable es poco. En esos momentos, el mercado estaba muy atomizado, prácticamente plano. La sacarina sonaba como la única opción “saludable” para los que debía renunciar o querían voluntariamente, renunciar al azúcar. Esa posibilidad se podía entender, porque era cambiar un sobre de azúcar por una pastilla de sacarina. Pero, y los que querían cocinar, ¿cómo podían sustituir el azúcar? Ahí estaba el potencial. Ahí vio Óscar que se debía ofrecer una alternativa en el mercado para los que quisieran o simplemente no pudieran, tomar otra cosa que endulzase igual ,y además, no tuviera las contraindicaciones del azúcar.
La universalidad de Sucralín, apto para todo el mundo, tenía que ser el lei motive de este nuevo producto. No obstante, existía un colectivo con el que se debía priorizar: las personas que padecían diabetes y pre-diabetes.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. La mayoría de los alimentos que come se convierten en azúcar (también llamada glucosa) que se libera en el torrente sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía.
Si una persona tiene diabetes, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
Todavía no existe una cura para la diabetes, pero se puede reducir mucho el efecto que tiene sobre la vida si se practican hábitos de estilo de vida saludables.
Y es donde Sucralín entró de lleno para ofrecer un producto que sí pudiera satisfacer las necesidades de este colectivo, y lo consiguió. Porque lo pueden consumir sin problemas y sin restricciones. Y disfrutar de la vida endulzada de manera saludable.
Con su variedad de formatos, se puede tomar en cualquier momento del día, en comprimidos es ideal para endulzar las bebidas, el líquido para los que prefieren endulzar con ese formato, y el granulado, el que tiene el aspecto más parecido al azúcar, para endulzar “con cucharilla” de toda la vida o para lo que lo hace realmente diferente: ¡¡utilizarlo para cocinar en todas las recetas posibles!!
Esto último hizo que se creara una comunidad de Sucralín lovers, y que adoptasen este producto como imprescindible en sus vidas. Porque les permitía disfrutar de una vida endulzada y sin problemas médicos por su ingesta. El boca a boca hizo el resto, y creó una comunidad Sucralín que hoy en día es nuestro ingrediente secreto más preciado para seguir creciendo: la satisfacción y la fidelización de nuestra comunidad de personas que lo consumen cada día.
Es muy estimulante saber por parte de nuestros consumidores el valor que les provoca Sucralín en sus vidas. Frases como “es el mejor endulzante del mercado”, “sabe a azúcar”, “se disuelve perfectamente”, “dura muchísimo”, “puedo cocinar con él”… etc., nos ayudan muchísimo a seguir trabajando por ellos y por mantener ese alto estándar de calidad, que a buen seguro nos proporcionará prolongar su satisfacción por mucho tiempo.
Somos conscientes que la alimentación evoluciona y que la competencia intenta mejorar, por un lado, pero reducir precios sacrificando la calidad del producto final, como hace la competencia, no está en nuestros planes. Ese es nuestro gran secreto que nos mantiene allí arriba en el posicionamiento de nuestros fieles clientes, la calidad de Sucralín, es simplemente superior.
¿Por qué es tan inusual ver marcas españolas que son la referencia internacional? Afortunadamente, esa tendencia ya va mitigándose. Pero en los inicios del siglo XXI no era tan habitual que las marcas de la gastronomía española pudieran marcar el ritmo. Son muchos los factores que podríamos sumar a esa falta de empresas líderes, pero principalmente, deberíamos apuntar hacia la falta de innovación, y por ende, la falta de inversión económica para desarrollar todo nuestro potencial.
La espontaneidad como surgió el producto Sucralín hace más romántico su historia. A su creador y Director General, Oscar Gràcia, en sus rutinarios chequeos anuales, se le detectó un alto nivel de azúcar, debido a que, por decirlo de una manera poco ortodoxa, “El tomaba azúcar con café”. Y ello, día sí y día también, hizo que sus informes médicos le advirtieran del grave riesgo que podría padecer si continuaba con esa cantidad de azúcar diaria.
Y cómo es una persona resolutiva y muy pragmática, decidió buscar alternativas a su, literal, adicción al azúcar en sus cafés. Con la ayuda de su médico, creo un equipo de trabajo, en el que se incluían endocrinos y nutricionistas. Trabajaron para encontrar un producto que pudiera sustituir al azúcar al 100%.
En el mundo de los edulcorantes no se había avanzado mucho en los últimos años, teniendo como casi única alternativa a la sacarina para endulzar bebidas. Un edulcorante de origen artificial, con aplicaciones solo a nivel de bebidas y con un sabor que poco recuerda al del azúcar.
Pero Óscar no quería copiar a un producto alternativo, quería ir más lejos. Eso eran ya palabras mayores. Le obligó a invertir en I+D para encontrar fórmulas que dieran con un producto que además de endulzar, pudiera sustituir al azúcar en todos los estadíos, incluso para cocinar con él.
Y, a través de la sucralosa, se inició el desarrollo de Sucralín.
Descubierta en 1976, la sucralosa es un endulzante sin calorías y con un sabor muy similar al del azúcar dado que proviene de ella. La sucralosa como tal, se obtiene de un proceso, en que a través de varios pasos se modifica la molécula del azúcar, obteniendo un edulcorante que conserva su sabor, pero sin sus calorías.
Extraída de la caña de azúcar, la sucralosa era el ingrediente fundamental y la base de lo que posteriormente se convirtió en Sucralín. Tras muchos ensayos con distintos ingredientes, test, mezclas y pruebas, finalmente, Oscar y su equipo de expertos obtuvieron un producto final revolucionario: Sucralín. Un edulcorante con ingredientes de origen natural, que provenía de la caña de azúcar, con el que se podría abandonar la ingesta del azúcar y pasarse a su sustituto con plenas garantías de sabor y propiedades endulzantes.
En el tiempo que se creó Sucralin otras opciones edulcorantes, aparecieron en el mercado, algunas de origen natural como la Estevia, muy dulce per de un regustos que transforma el sabor de los alimentos, ya que sabe a regaliz. Y otros como los polialcoholes (erititrol o maltitol) que sí endulzan, pero su consumo provoca flatulencias y efectos laxantes.
Sucralín el edulcorante “redondo”. Es concentrado, sin efectos secundarios. Su poder endulzante es, entre 7 y 10 veces más dulce que el azúcar, con una textura muy similar y lo más importante, sabe a azúcar.
Además, consiguió que se pudiera utilizar no sólo para endulzar bebidas o lácteos, también dio el paso para introducirse en la cocina, para ser un ingrediente más en la elaboración de recetas de culinarias, su facilidad para ser utilizado para cocinar, completó el círculo.
Sumémosle unas bajísimas calorías. Además,es apto para personas diabéticas, no contiene gluten, ni lactosa y además de ser respetuoso con el hígado (no contiene fenilananina como sí lo tiene el Aspartamo, edulcorante de las bebidas gaseosas con cero calorías), obtenemos un producto que cambiaría la manera de endulzar platos, bebidas y postres para siempre.
Así empezó su andadura allá por el 2011, adentrándose por las farmacias y parafarmacias, Y debido a su éxito se extendió por todo el territorio español. Ampliando su distribución a herboristerías, centros de dietética, supermercados, mercado industrial/profesional y por supuesto, internet.
Cuando haces bien las cosas, la competencia tiende a imitarte.
A Sucralín también le ha pasado. Rompió moldes como producto, y también con su atrevido diseño. Nuestro color rojo rubí de la gama de gran consumo, y su característico corazón, forma parte ahora de varios de nuestros competidores, con sus diferencias, aunque recuerdan al original, Sucralín, resultado de que hacemos bien las cosas y somos pioneros.
Y así, el mercado considera a Sucralín como el edulcorante de origen natural de mayor calidad. Ello nos enorgullece. Aunque todavía queda muchísimo camino por recorrer hasta llegar a ser el sustituto del azúcar… Ya estamos recortando las distancias de manera constante. La tendencia a cuidarse y alimentarse de manera más saludable, nos está ayudando a sumar a personas que desean endulzar su vida con productos alternativos al azúcar y que sean, además, saludables, y Sucralín es ambas cosas. Al igual que muchos productores industriales que están elaborando sus productos SIN AZUCAR, gracias a SUCRALIN.
Orgullosos de ser un producto Made in Spain, con toda la carga de máxima calidad que conlleva ello, seguimos trabajando para ayudar a más personas a consumir menos azúcar y pasarse a un modo de vida más saludable… En una palabra ayudándolos a ”Sucralinizarse”.
La idea de crear un producto que pudiese ser la alternativa al azúcar algún día era prácticamente una quimera hace 12 años. En un sector donde, sólo había endulzantes para dejar su huella en las bebidas y poco más, irrumpió entonces Sucralín con el claro objetivo de no solamente endulzar bebidas y otros productos, sino que quería convertirse en la verdadera alternativa al azúcar en términos generales.
Para ello, no solamente se debería innovar para la creación de un producto que pudiese tener las mejores características del azúcar, y eliminar las más contraproducentes. También tendría que escuchar al mercado, para saber qué es lo que esperaría de esa alternativa. Conocer qué es lo que el consumidor desearía recibir de Sucralín, se convirtió en una de las obsesiones por las que trabajar. Porque queríamos ser algo más que un producto diferente, una filosofía de vida a seguir. Y por ello, quisimos escuchar a todos los colectivos que podrían estar interesados en la verdadera alternativa al azúcar. Personas con diabetes y personas que han renunciado al dulce por seguir una dieta saludable, eran los dos colectivos que más nos interesaban conquistar, debido a que son los que estarían dispuestos a probar una verdadera alternativa al azúcar.
El sabor es lo que hace que una persona se decante por un producto u otro. Esa es la primera barrera de entrada que supimos conquistar, porque nuestro sabor es dulce, agradable en boca y lo más importante, ¡sabe a azúcar! Esa textura cristalina que sabía a azúcar entonces, empezó a convencer al consumidor. Y nuestra popularidad empezó a crecer y crecer.
Ya no era solo un edulcorante de origen natural más en el mercado, sino que se había convertido en la verdadera alternativa para aquellas personas que por obligación (su salud) o bien por cuidarse, habían tenido que eliminar el azúcar de su dieta.
Las personas que nos han hecho de verdaderos embajadores de la marca, han sido las personas con diabetes. Descubrir un producto tan completo y en el que podían confiar plenamente como Sucralín, en formato granulado, en comprimidos o en líquido, les cambió totalmente la vida a muchos de ellos. Nuevamente podían endulzar sus vidas de manera saludable y además con un producto que sabía a azúcar y les permitía utilizarlo para todo, endulzar bebidas y añadirlo a todas las recetas, porque Sucralín permitía utilizarlo para cocinar, sin calorías y apto para todo el mundo.
Iniciamos nuestra andadura por el canal de las farmacias, herboristerías y centros de dietética, para seguir avanzando en supermercados selectos, y llegando también por el canal de internet. Gracias a nuestras redes sociales y nuestra web, hemos recibido infinidad de comentarios de nuestros clientes compartiendo sus experiencias con Sucralín. En la mayoría de los casos, nos indican que su sabor y los beneficios que les comportan (menos calorías, apto para todos, se puede cocinar con él, etc.) son los motivos principales por los que consumen Sucralín. Y eso ha hecho que sea un producto de referencia para sus cestas de la compra, imprescindible siempre en ella. Y es que ha cambiado la vida a muchas personas, como nos cuentan algunas de ellas. No solamente a las que lo consumen, sino a las personas que conviven con ellas, y que gracias a Sucralín su vida en común mejoró, por compartir la felicidad de no tener que renunciar al dulce nunca más. Y eso nos ayuda a seguir trabajando porque Sucralín llegue a más gente cada día.
Esa es la respuesta más habitual que recibimos de nuestros clientes cuando les preguntamos por qué compran Sucralín y no otro edulcorante natural. Así sin más, nos dicen que no existe otro mejor en el mercado. Y esa rotundidad nos complace por un lado y nos obliga a ser más innovadores por seguir ofreciendo el mejor edulcorante que se puede encontrar a la disposición de los consumidores españoles.
Podemos creer que tenemos el mejor producto, pero si el mercado no te lo reconoce, ahí te quedas. Nosotros así lo creemos porque los consumidores nos dan la razón, y por ello, seguiremos ofreciendo la mejor alternativa al azúcar.
En la actualidad, somos conscientes o al menos nos gusta saber el origen de los alimentos que ingerimos. Y no es una excepción que nuestros clientes agradecen saber el origen de Sucralín. Precisamente hacemos ahínco en que proviene de la caña de azúcar, es decir, del mismo que el azúcar. Ese origen natural nos diferencia de la mayoría de sustitutos del azúcar muy consolidados en el mercado, pero que no son de origen natural. Desde sus inicios, quisimos transmitir que, si introducíamos una alternativa, debía ser lo más parecido a lo actual, pero con todas las características positivas que el azúcar no podía ofrecer. Llegar al mayor número de personas ha sido y es nuestro mayor objetivo, porque todas las personas se merecen un endulzante saludable y apto para todos.
Cuando queremos decir que nuestro consumidor son todas las personas que quieran un endulzante más sano que el azúcar, hay un colectivo que particularmente nos preocupó siempre, y que era nuestra mayor prioridad: las personas que padecían diabetes. Para ellos, renunciar o disminuir drásticamente la cantidad de azúcar es una obligación por motivos de salud. Sucralín precisamente se creó para suplir esta necesidad, y que nadie debiese renunciar al dulce por temas de salud. Haber creado un producto apto para todas las personas, incluidas las personas con diabetes nos llena de orgullo y satisfacción, y sobretodo, que nos feliciten cada semana personas a las que les cambiamos el signo de su vida cuando descubrieron Sucralín. Hemos aportado felicidad y salud a personas que nunca más tendrán que renunciar al dulce por temas de salud.
A diferencia de otras alternativas que sólo endulzan, bebidas, yogures u otros productos superficialmente, Sucralín dio un salto muy importante para introducirse en la cocina de todas las personas que en realidad quisieran cambiar los hábitos de endulzar con algo que no fuese el azúcar exclusivamente. La inversión importante en innovación que siempre ha realizado Sucralín, le ha llevado a ofrecer un producto que es una garantía como alternativa a ser utilizado para cocinar e incluso para hornear con él. Obteniendo unos resultados espectaculares, tanto en gusto como en la reducción ostensible de las calorías finales de la receta. Ese fue sin duda, el gran salto para que se pudiera convertir en la alternativa definitiva al azúcar. Porque si es importante poder utilizarlo en la cocina, no tener efectos secundarios como sí los tienen los polialcoholes (maltitol, erythitrol, etc.), lo hacía imbatible en este aspecto.
Si el azúcar es un producto no indicado para personas con diabetes, que no pueden producir la insulina que genera el páncreas, y además provoca otras enfermedades como la hipertensión y el sobrepeso, hay alternativas que provocan, en sus ingestas mayores, otros tipos de problemas con otros órganos vitales como el hígado. La fenilalanina que sí poseen edulcorantes como el aspartamo, puede producir enfermedades como la fenilcetonuria, que se deben tratar de manera crónica a los pacientes. Una vez más Sucralín se convierte en la alternativa más sana al azúcar. Además, no provoca caries a diferencia del azúcar.
Mantener el peso no es solo para personas que realmente lo necesite, es algo que todos debemos hacer. Cuidarse es fundamental, y reducir las calorías de nuestras comidas también. Sucralín es apto para todas las edades, los más pequeños, expuestos a muchos alimentos con azúcar, y para los adultos, que no necesitamos cantidades excesivas de azúcar para nuestra dieta. Gracias a sus escasas calorías, también es muy recomendable para las personas que sí necesitan reducir su peso, aunque para ello, no tendrán que renunciar al dulce gracias a Sucralín.
Uno de los secretos del Sucralín es que se debe utilizar en muy poca cantidad para endulzar, la sucralosa es muy dulce, mucho más que el azúcar. En el caso de Sucralín, hablábamos que cada gramo de éste, equivale a un mínimo de 7g de azúcar, y por tanto su uso es notablemente menor para obtener el mismo dulzor. Reduciendo calorías y alargando la vida de nuestros productos mucho más que otras alternativas, que endulzan sí, pero necesitando mucha más cantidad de producto para endulzar.
Aunque parezca un aspecto menor, Sucralín se creó en España y se fábrica en España, utilizando las mejores materias primas que hay en el mercado, y eso garantiza que el producto final es de la máxima calidad, razón de diferenciación determinante respecto a otras alternativas, que son más asequibles, pero se desconocen su origen. La salud es lo que más nos importa en Sucralín, y solo podíamos ofrecer el mejor producto hecho de los mejores ingredientes posibles.
Esperamos que todos estos argumentos sean suficientes para hacer la prueba y tomar Sucralín, después, su sabor y todo lo que hemos dicho anteriormente, harán que os quedéis con nosotros, para siempre.
AUTOR: Israel Romero, CEO de Made in Spain Gourmet.