La estrategia para triunfar en Estados Unidos de
Enrique Tomás se podría calificar de brillante, porque para alcanzar la meta de que el producto estrella sea el más deseado y más vendido, hay que pasar algunas etapas antes. Entre los curados tenemos dos líneas de actuación, con el
jamón ibérico de campo al 50%, un producto muy atractivo por un sabor muy agradable para neófitos en esta categoría. Recordemos que el Ibérico de campo es el jamón que se produce a partir de la carne de cerdos ibéricos alimentados con pastos naturales, hierbas y pienso. Estos cerdos no han sido alimentados con bellotas, si bien algunos ganaderos si incluyen algunos de estos frutos en su dieta de forma esporádica. Y con un precio sensiblemente inferior, debe tener mayor facilidad de penetración en el mercado, y que puede competir por calidad y textura, por supuesto, es superior al Prosciutto italiano, e incluso más atractivo económicamente.
Y el jamón 100% raza ibérica, la joya de la corona. Recordemos que este tipo de jamones proceden de cerdos de raza ibérica de padre y madre
también 100% ibéricos, que se han alimentado exclusivamente de bellota y pasto durante la montanera (época de engorde libres por el campo). Es lo mejor que hay en el mercado, y necesita unos canales mucho más exclusivos porque su precio y su storytelling así lo exigen.
Además, no nos olvidemos de los embutidos ibéricos (chorizo, lomo, salchichón) que son también excelentes y los quesos curados (oveja, trufado de oveja, cabra y mixto de vaca-oveja) que tienen mucho potencial entre los
gourmands americanos, cada vez más numerosos y deseosos de estos productos. Y como mencionamos antes, también ofrecen la carne fresca ibérica, en sus cortes más reconocidos (pluma, presa secreto y solomillo). Todo un lujo al alcance de los americanos.