El
pata negra es ibérico, pero no cualquier jamón ibérico es pata negra. Una vez más, insisto, la etiqueta es la mejor indicadora y la única que te permite denominar de la manera que el jamón se merece. El resto son buenos productos, pero no se les puede llamar 100% raza ibérica o pata negra. Y menos tener el mismo precio que la joya de la corona.
Es decir, lo que verdaderamente influye en la denominación de pata negra no es que se use como materia prima la pata de un cerdo ibérico, sino el mimo con el que se lleva a cabo la crianza del animal, las fechas determinadas de su matanza y, especialmente, las catas continuadas del jamón en secaderos naturales. De hecho, no existe otro producto similar en todo el mundo que exija tanta inversión y que alcance una perfección similar en sabor y en calidad.