Les Garrigues, con algo menos de veinte mil habitantes y una extensión que no llega a los 800km2, está situada en un enclave maravilloso y muy caprichoso, en las comarcas del Segrià, el Pla d’Ugell, Urgell, ‘Urgell,  Priorat y la Conca de Barberà,  a nivel ilerdense y con la Ribera d’Ebre a nivel tarraconense. Además de los límites geográficos, es la misma tierra de les Garrigues la que establece las diferencias.

El paisaje perfila olivos y almendros por toda la comarca, caracterizada por un terreno seco excepto en zonas muy concretas. El olivo, como no, es el cultivo más extenso de la comarca; y la variedad de aceituna que produce es la arbequina:  pequeña, redonda y tensa, la cual produce un aceite sin gran acidez, considerado el mejor del mundo por los entendidos.

Y ahí nació hace 5 años Nousegons. En Arbeca, diríamos la capital de la aceituna arbequina del mundo.

Y digo hace 5 años, porque al emprendedor Adrià Dalmau, decidió dar definitivamente el salto y después de acabar su carrera de Derecho en Barcelona, impulsó la empresa en Arbeca (Les Garrigues), produciendo un aceite de oliva virgen Premium espectacular, que se le añade una edición limitada con un packaging muy exclusivo. En Nousegons todo es artesanal, se cuida al máximo todos los detalles: desde el cuidado de los campos, el proceso de producción (el vareo de los olivos, su selección de las mejores aceitunas) y hasta la producción del aceite de cada botella. En el caso de la edición especial, cada botella de las 3.000, van numeradas manualmente y firmadas, a mano, por Adriá Dalmau. Todo un lujo y una sensible atención por los compradores de esta joya.

Porque para Nousegons, la máxima calidad lo es todo, o si no, no se produce ese año. No conozco otra empresa en España de este sector que haga esto. Eso es precisamente lo que les diferencia. Creen en el cuidado de la tierra, la miman, pero además la abren a las personas. Creen que se debe conocer la tierra si queremos que se ame y después se aprecie el valor de un AOVE Premium tan selecto.

Adrià Dalmau es la tercera generación de una familia de Arbeca dedicada a la producción de aceite. Hace unos años decidió darle un giro al negocio familiar para producir aceite premium, y bautizó el proyecto con el nombre de Nousegons, Nueve segundos, que es el tiempo, según dice, que se tarda es experimentar todo el sabor de un aceite virgen extra en boca.

Elabora aceite exclusivamente con las mejores aceitunas arbequinas, recogidas manualmente, respetando cada una de las etapas de producción y sus puntos de maduración. Y a diferencia de otras empresas del lugar, disfruta sobremanera abriendo sus fincas a la gente para que puedan disfrutar del espectáculo de la naturaleza, entre los olivos centenarios, a ritmo de maridajes inolvidables y únicos.

Les Garrigues: microclima y un oasis para los olivos

Les Garrigues es una de las comarcas catalanas con más tradición en la producción de aceite. No en vano goza de la Denominación de Origen más antigua de toda España, otorgada en 1975 y reconocida en 1996 por la Unión Europea.

La extraordinaria calidad de este aceite es fruto de distintos factores: un cultivo cuidado; las condiciones climáticas de la comarca, con nieblas frecuentes y lluvia escasa; el uso de dos variedades, la arbequina y la verdiell; el hecho de que las aceitunas sean recogidas directamente del árbol con un sistema llamado pentinat, y una elaboración totalmente en frío.

El resultado es un aceite afrutado de aceituna fresca, denso y gustoso. Sus aromas recuerdan la hierba, la hoja, el tomate y la almendra verde. En cuanto al sabor, si la aceituna es verde, será más amargo, y si es más madura, más dulce y suave. De hecho, la máxima acidez permitida es de 0,5 grados, aunque la media es de sólo 0,2.

Como muchas de las ocasiones, nos queda un largo recorrido por recorrer, aprovechemos más el tiempo, y disfrutemos las maravillas que tenemos a nuestro alrededor, los extranjeros lo hacen y la mayoría no viven aquí, reflexionemos.