Nuestra comunidad está más viva que nunca. Después de 14 años creándola, en estos momentos su valor es incontestable. Momentos de incertidumbre para la sociedad, momentos para compartir con las personas que tienen los valores humanos como santo y seña.
Iniciamos el verano de 2020 con sentimientos encontrados, por arrastrar una primavera inusual, diferente y casi indescriptible. Las relaciones humanas han cambiado, definitivamente. Porque necesitamos estar cómodos y seguros con quien estamos a nuestro alrededor. Tomando mucha relevancia nuestro mayor valor, la confianza, en Romero hemos notado que es el momento de tomar ese liderazgo y marcar el camino. Un camino que sea recorrido por todos aquellos que creen en una España fuerte y marque la diferencia en la manera de hacer las cosas.
Como creemos en nuestro país y en nuestros productos, es la hora de tomar posiciones hacia dónde queremos ir. Con nuestro proyecto MadeinSpain.store, donde comercializamos productos españoles gastronómicos de alta calidad, estamos descubriendo a personas y a empresas que trabajan de una manera fantástica sus productos, y que, por desgracia, no tienen toda la notoriedad que se merecerían. Y lo que es peor, su proyección internacional no es nada fácil por la situación actual del mercado por culpa de la pandemia del Covid-19.
La situación es complicada más si cabe, porque el mercado nacional tampoco es el público objetivo de sus productos, en muchas ocasiones, no porque no se los pueda permitir, sino porque no los valora para que formen parte de la cesta de su compra. ¿Y entonces qué?
- Nuevos tiempos: más networking... profesional
- Internacional Residente: la clave para salir de la situación actual
Nuevos tiempos: más networking… profesional
Muchas brújulas se necesitan en estos momentos para no sentirse perdido o desconcertado. No hay históricos donde apoyarse ni alternativas de valor para tomar con valentía otros derroteros. Nuestra actitud debe cambiar, y solamente con una certera manera de ver las cosas podremos evolucionar y adaptarnos a estos tiempos nuevos. Porque os aseguro que han venido para quedarse. El turismo fácil que compraba productos de alto nivel, que hacía experiencias “con la gorra” y que nos llenaba los bolsillos con mucho menos esfuerzo del requerido en otros mercados, ha desaparecido. ¡Y no se le espera en no menos de 5 años! Porque una cosa es abrir las fronteras, abrir las tiendas, los espacios para hacer experiencias, los restaurantes y los hoteles… pero ¿y la confianza? Eso no tiene precio, y eso nadie la tiene en cuenta. Porque no se puede regalar, te la tienen que comprar y ahora escasea por no decir que no existe.
Entonces nos quedan dos opciones: una, rezar porque todo sea una pesadilla, que se solucione por sí sola; y dos, crear sinergias entre las personas y las empresas que antepongan los valores humanos (compartir, profesionalidad, transparencia, honestidad) a sus afanes exclusivamente económicos por sobrevivir. Practicar el Premium Networking les puede permitir cambiar el rumbo de sus empresas.
Desgraciadamente, y como español que conoce muy bien a sus compatriotas, un porcentaje mayoritario, tomará la senda de la primera opción. ¡¡Improvisación, qué para eso somos españoles!! Y qué otros nos saquen de esta situación que no hemos provocado (muy típico en nuestra sociedad echarle la culpa siempre a los demás, y no hacer autocrítica, aunque duela), porque nuestros negocios estaban orientados hacia colectivos como el internacional no residente que literalmente, se ha extinguido. Pues eso nos llevará a echar el cierre de muchas empresas y tener una tamaña cantidad de personas desempleadas, mala solución.
Sin embargo, algunas empresas no tomaremos esa dirección. Porque creemos en lo único que no se puede comprar, que es en la confianza en las personas. Y esa corriente debe ser el impulsor de otra manera de operar: de una manera asociativa, conjunta, compartiendo valores, experiencias, y sobretodo, pensando de manera unificada para resurgir. Y aún diría más, es una oportunidad para cambiar y sentar las bases del nuevo futuro: más y mejor servicio al cliente para tener el cliente que nos merecemos.
Pero no es fácil si no nos comprometemos de verdad. No solo buenas palabras, sino acciones desde ya. Sumar esfuerzos minimiza costes, pero eso sí, hay que invertir para recoger. Frase que repito hasta la saciedad y que aún resulta de difícil calado, porque pagar por el conocimiento cuesta mucho en este país.
Internacional Residente: la clave para salir de la situación actual
¿Cuántas veces deberemos decir que el mercado internacional residente es, sin duda, la mejor solución de nuestros males? No lo sé, pero seguiremos diciéndolo. Hacednos caso, y volcaos en ellos. Eso sí con el máximo respeto que deben recibir, unas personas que hicieron de nuestro país, su hogar y lo aman igual o casi sus países de origen. Lo conocen y lo quieren conocer mucho más, y no tienen que desplazarse a España para vivirla, porque, ¡viven aquí! ¿Queréis más señales? Romero ha forjado su comunidad a través de los valores humanos, y qué casualidad, el perfil que ha ido aportando a su club de personas ha sido mayoritariamente, extranjero residente. Que se sentía muy cómodo aprendiendo cosas, conociendo a personas afines y tener ese sentimiento de protección de su propia comunidad. Hemos ido creciendo a lo largo de los últimos 14 años y nuestro sentimiento de amor y admiración por ellos es total. Nunca nos han fallado, y siempre han aportado más personas a la comunidad, sinónimo de su confianza y comodidad entre nosotros, para poder ser recomendados. Pues ahora están ahí para seguir apoyándonos en esta nueva realidad (que no nueva realidad, vaya invento de palabra puramente política), y Romero os invita a que reflexionéis y os unáis a nosotros para recuperar nuestro trono como el país ideal para vivir en Europa, sí, sin duda el mejor. Queremos incrementar nuestras ventas, y tener un perfil más High End, pues, apostad por el Internacional Residente, y por Romero Premium Networking, que os garantizará, como canal, la interacción con ellos. Nosotros empezamos en 2006, y en 2020, seguimos viendo que no hay mejor receta para preservar nuestro país.