El año 2020, después de un año de record turístico en España, debía ser un año donde siguiese consolidándose la gastronomía española de productos premium de pequeño productor, gracias al canal de la restauración. Ahora, sin ese canal, las nubes negras acechan al sector.
Muchas veces me han dicho, porqué les cuesta a los productos españoles gastronómicos premium salir al extranjero para que sean más conocidos. La respuesta no es difícil de responder si conoces el entorno. España es por antonomasia, un país receptor de turismo, y desde la eclosión de la gastronomía española, gracias a los Adriá, Berasategui y Roca (además de José Andrés en Estados Unidos), hemos recibido a mucha gente que ha querido vivir la experiencia gastronómica española.
Ciertamente, ha funcionado, y muy bien. Nuestra gastronomía ha seguido evolucionando, y nuestros cocineros también, obteniendo reconocimientos internacionales, amén de la consecución de las estrellas Michelin correspondientes.
Eso hizo que todo el sector se revolucionara, y paradógicamente, por un lado, se aceleraba la producción cualitativa de producto, por la fuerte demanda interna (interna, porque se consumía en España pero por un público mayoritariamente extranjero), pero por otro, se ralentizaba la salida al exterior de productos gastronómicos españoles premium, porque la demanda interna era lo suficientemente atractiva , que no era tan importante hacer esfuerzos para ir al exterior. ¡¡¡¡Error!!!!!! … y de los grandes. La distancia que Francia e Italia nos llevaban, parecía que podríamos empezar a recortarla a nuestra manera, es decir, sin invertir dinero, solo gracias a la popularidad de nuestros platos y a la recomendación de las personas que los degustaban en nuestro país.
Pues no. Siempre hay que aprovechar la tendencia, e invertir en la marca en los países de origen. Facilitando el reconocimiento del producto, antes de volar a España, y así descubrirlo antes, para pedirlo cuando vienen a España.
Ganadores y perdedores
Los productores grandes sí hicieron los deberes, o al menos, en su mayoría, incrementando sus ventas en el exterior. Pero los pequeños productores, no. Confiados al buen viento de cola que aportaba el turismo, la demanda interna solo hacía que crecer. Olvidando la evolución del mercado hacia la comunicación digital y la creación del valor de marca como condición fundamental para internacionalizarse mejor. Pero claro, no importaba mucho, los números mejoraban año tras año, por la demanda interna, y tampoco era importante salir al exterior si el cliente internacional conocía el producto en España. Más práctico y barato, imposible.
Nosotros ya avisábamos en nuestra empresa, Romero, que ir al origen de los países donde tenemos clientes, era fundamental para crear clientes y demanda para el futuro. El canal de la restauración High End, no solamente los Estrella Michelin, sino los que también era galardonados en la Guía Michelin o la Guía Repsol, o los que apostaban por la calidad, se habían convertido en un sólido canal de distribución de productos españoles premium, donde los pequeños productores se sentían muy cómodos con el equilibrio perfecto entre la demanda y la oferta.
Politica Comercial y de Marketing internacional inexistente
Pero es que los restaurantes tampoco hicieron bien sus deberes. También celebrando la “sopa boba” de recibir a clientes, sin esfuerzo en marketing. Haciendo una caja fácil pero sin invertir, casi nada o nada, en el desarrollo de su marca en el exterior. Solo llegando a acuerdos con empresas externas (turísticas) que aportaban clientes (tráfico), como ovejas al ganadero.
A nivel gubernamental, ferias aparte, el apoyo específico a los pequeños productores siempre ha brillado por su ausencia, por lo que, desunidos, y sin una hoja de ruta y paraguas que los amparase, difícilmente se iba a apostar por una inversión por la internacionalización, si la gallina de los huevos de oro estaba en casa, y venía gratis.
Pero llegó la pandemia… y todos cayeron por el precipicio. La gallina dejó de poner los huevos y no había plan B. Ni para los restaurantes, que con el cliente nacional no tienen ni para pipas, ni para los pequeños productores, que ahora no tienen la demanda interna tan dependiente, como casi exclusiva.
Los restaurantes tendrán que reinventarse, y solo quedará una selección natural de los mismos. Pero a nosotros, lo que nos interesa es darles a los productores, salida a los productos de máxima calidad que elaboran. Porque, lo mejor de todo es, que hay demanda. Aunque no en nuestro país, sino en el extranjero.
MadeinSpain.store, tu partner internacional
Por eso, es fundamental enfocarse hacia Europa. Primero porque es nuestro mercado natural y no hay aranceles para entrar. Y segundo, porque a pesar de que mejoraremos con el tiempo, ya que el turismo volverá, debemos afianzar nuestra demanda internacional, para no ser tan dependientes de la demanda interna (del turismo, no del mercado que vive en España, es importante recalcar esto).
MadeinSpain.store ofrece a sus partners, productores que elaboran productos de máxima calidad, el canal perfecto para comercializar sus productos en el exterior. Contenidos de calidad, y un canal de comunicación exclusivo, MadeinSpain TV & News, donde desarrollamos los contenidos necesarios y los que el mercado internacional debe conocer de nuestros productos. Sabemos venderlos y explicarlos como se merecen, y sabemos llegar al corazón de ese cliente internacional. Y en su idioma, ya que la web antes de finalizar el año estará en cinco idiomas (español, inglés, francés, alemán y ruso).
Llevamos 14 años trabajando codo con codo, con el cliente internacional residente en España, y sabemos perfectamente qué les gusta de nuestro país a nivel gastronómico y por ello, sabemos qué ofrecer a las personas que residen en Europa y que les puede gustar los productos gastronómicos españoles premium. Somos una empresa muy innovadora de cómo dar el enfoque correcto de nuestro país. A través de las personas que conformamos MadeinSpain.store, pretendemos recomendar productos y marcas que ha nosotros nos gustan, y que no han convencido por su manera de trabajar los productos que elaboran.
Creemos que hay mucho potencial y mucho futuro entre los pequeños productores de España, pero se deben ordenar y deben priorizar hacia el mercado europeo, en lo que concierne a la política comercial y al marketing digital (generación de contenidos y valor de marca) en lo que se refiere a la política de marketing.
Porque la gastronomía española premium tiene un futuro espectacular si perdemos el miedo y salimos a comernos el mundo.