En el corazón del mar Cantábrico, abrazada por acantilados y brisas salinas, se encuentra
Santoña: la villa cántabra que no solo domina el arte de la pesca, sino que ha elevado la anchoa a la categoría de
joya gastronómica internacional.
Más que un ingrediente, la anchoa de Santoña es una
pasión curada en sal, trabajada a mano con una delicadeza que roza lo artístico. Durante generaciones, las mujeres y hombres de Santoña han perfeccionado un proceso artesanal que convierte la humilde bocarte, en una de las delicatessen más codiciadas del mundo gourmet.
Porque
Made in Spain es Calidad