Y no podía faltar nuca un AOVE. Porque es vida y es salud. Además, va con todo. Un aceite 100% Arbequina procedente de los 135 viejos olivos de hasta 300 años de antigüedad propiedad de la finca
Clos Figueras, de la familia Cannan. Es una zona idílica, espectacular orográficamente y con unos mesoclimas muy caprichosos, los olivos con aceitunas de la variedad Arbequina pueblan las colinas del Priorat, dentro de la Denominación de Origen Siurana. Son exquisitas y muy apreciadas por su delicadeza y armonía. El
AOVE de arbequina es muy equilibrado y más suave que otros aceites más disruptivos como el cornicabra o picual. Percibes en nariz las especias salvajes, alcachofas, hojas de higuera, manzanas y almendras. La esencia del campo del Priorat. Unas gotitas en el lomito de presa ibérica, hace que aquél, sea aún más espectacular. Lo dicho, el AOVE, siempre “abusar” de él, porque es salud.