Descripción
Can Bas Domini Vinícola es un edificio histórico, del Grupo Pere Ventura en, situado en Subirats (Penedés), donde se prepara el auténtico vino de finca.
En Can Bas se expresan en clave contemporánea y honesta desde lo más profundo de su esencia. Hallan la excelencia en las raíces de la tierra, en el conocimiento y en la experiencia. En Can Bas desvelan lo más sublime de un potencial conservado en la memoria para elaborar auténticos vinos de terruño.
Empresa comprometida con la sostenibilidad
Ficha técnica:
Bodega: Can Bas (Pere Ventura)
D.O. Penedés
Añada: 2018
Variedad: Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot
Grado: 15 % vol.
Nota de cata:
En vista: Cereza, borde granate.
En nariz: Aromáticamente intenso, destacan la fruta confitada, fruta al licor, potente, algo evolucionado.
En boca: es sabroso, con dulcedumbre, y el final en boca es largo.
Temperatura de servicio: servirlo entre 8 y 10 ºC
Geología y Suelo:
Franco-arenoso profundo, de bajo contenido en materia orgánica, elevada capacidad de retención hídrica y óptima filtración.
Maridaje
En Made in Spain Gourmet lo recomendamos con lo que uno quiera. Pero armoniza con guisos a base de carne; el pato a la naranja, setas y guisos con trufa. Por supuesto que también con los mejores embutidos 100% ibéricos y el jamón puro de bellota. Sin olvidar a los ahumados como una mojama de atún rojo de Isla Cristina y quesos curados.
Elaboración:
La vendimia es manual. En la bodega la uva se refrigera durante 24 horas a una temperatura controlada de 10 ºC. Sigue el control final de la uva, que pasa por la mesa de selección, y el despalillado. Las uvas se dejan macerar durante dos horas antes de ser prensadas. Después de un prensado suave con un bajo rendimiento, la mayoría del mosto se trasbalsa a depósitos de acero inoxidable y una pequeña cantidad a bota de roble francés (10%) y ánfora (5%), donde fermenta a una temperatura controlada de 15 ºC. Sigue un periodo de crianza de seis meses. Procede el cupaje de los distintos mostos y el embotellado.
En Can Bas, los vinos que elaboran son honestos y genuinos. En realidad, son los verdaderos testigos de aquello que ha ocurrido en nuestra casa a lo largo de cuatro estaciones.
En Can Bas, no les interesa repetir un vino un año tras otro, ni intervenir sobre él para conseguir una copia exacta. Cada botella que sale de su bodega refleja la tipicidad del dominio así como las condiciones climáticas y ambientales de la cosecha en el entorno del Penedés.
En Can Bas trabajan cada día para a obtener vinos que, por encima de todo, sean la expresión de los racimos crecidos en sus viñas y del espíritu que los propietarios les han infundido.
En Can Bas consideran que la viticultura y la vinicultura no son ciencias exactas. Son más bien una práctica sostenida por la intuición, la experiencia, el sacrificio, la perseverancia, la obstinación, el buen juicio y la inquietud de innovar que la curiosidad remueve. Y todo ello, impulsado por el trabajo que las manos de sus trabajadores dedican tanto a la viña como a la bodega.
En Can Bas, ponen todo su empeño para adaptar el calendario de los trabajos de la viña a las necesidades de cada parcela, de cada variedad o de cada cepa en particular, siguiendo un escrupuloso código de buenas prácticas. Y cuando llega el momento de vinificar son aún más meticulosos. Por ello el resultado son vinos excepcionales.
Can Bas es un paraje donde la viña viene cultivándose desde hace más de dos mil años; un núcleo habitado desde tiempos remotos; una casa solariega edificada sobre una antigua masía; una unidad de producción agrícola dedicada ininterrumpidamente a la viticultura.
Can Bas es una bodega en la cual, hoy por hoy, únicamente elaboran vinos procedentes de las viñas de su finca.
Can Bas es una propiedad, una tierra, un compendio de historia, un nexo de cultura, la suma de ilusiones, esfuerzos, conocimiento, experiencia y trabajo. Es un referente en el marco geográfico del Penedès así como un punto de interés turístico y enoturístico.
Can Bas es un lugar y es una idea; quizás también una pasión. Es una manera de hacer vino, un paisaje y una gente.
Todo ello constituye el dominio vinícola Can Bas.
La Marca
El nombre Can Bas que hoy designa la marca de sus vinos y del dominio vinícola se remonta al año 1668. En Cataluña, es tradición nombrar las casas de campo –sean grandes o pequeñas- con el nombre del propietario precedido por el vocablo Can, que significa casa de. Así pues, el gentilicio Can Bas significa casa del señor Bas. A pesar de que la finca y la explotación agraria ya existían en la edad media, el nombre que ha perdurado hasta hoy se originó a finales del siglo XVII. En recuerdo de ese momento, el logotipo CAN BAS adopta un cuerpo tipográfico de familia romana en caja alta; clásico, esbelto e inscrito en un marco rectangular rematado con volutas de inspiración barroca.
En honor a la antigüedad y a los orígenes medievales del dominio vinícola, la marca CAN BAS se distingue también por su imagotipo. Se trata de una cruz griega encuadrada dentro de una figura romboidal de composición centrífuga, poco habitual en nuestras tierras. Esta cruz corona el campanario de espadaña de Sant Joan Salerm, la iglesia románica propiedad del dominio Can Bas que vio nacer casa, viñas y cultivos. La cruz es el símbolo de esta casa, testigo de su historia y de su evolución. La cruz representa la encrucijada en donde confluyen tierra, tiempo, hombres, viñas y vinos.
Finalmente, en homenaje a las raíces mediterráneas del dominio vinícola Can Bas y en tanto que expresión de su ideario, la marca CAN BAS establece el azul como color corporativo. Un azul profundo, cálido, plácido, luminoso, reverberante; símbolo de confianza y de sinceridad. Un azul que es metáfora del tiempo y signo de un espíritu. El azul honra a todos los que hemos hecho posible que Can Bas sea Can Bas.
Los Valores
En Can Bas entienden el trabajo de la viña y el vino como un privilegio y una responsabilidad. En Can Bas tienen el privilegio de trabajar en aquello que les apasiona; el privilegio de elaborar unos vinos únicos que expresan las cualidades de la tierra que cuidan; de ser depositarios de un pasado, de un patrimonio y de un paisaje; de convivir con un entorno natural y humano en equilibrio; y de contribuir a la cultura de la viña y del vino. En Can Bas tienen la responsabilidad de repensar día tras día nuestra labor para mejorarla. La responsabilidad de sacar adelante una tierra, una casa, una empresa; de escuchar al payés, al enólogo y a todas las personas que forman parte de nuestro equipo; de atender al cliente por encima de todo. La responsabilidad, también, de preservar el entorno y de actuar siguiendo un código de buenas prácticas y criterios de sostenibilidad medioambiental. En Can Bas se han fijado el objetivo de elaborar vinos honestos, imbuidos de una enorme calidad natural y humana para que los disfrutes en toda su plenitud.
Las Viñas
En Can Bas, la viña se ha cultivado ininterrumpidamente desde hace más de mil años. Un documento de finales del siglo X prueba que muy cerca de Sant Joan Salerm -iglesia propiedad de Can Bas- existían viñedos que fueron objeto de compra-venta entre la nobleza medieval catalana. Sin embargo, los indicios de época romana, e incluso íbera, demuestran que en su casa, el cultivo de la viña se remonta a muchos más siglos atrás.
Hoy por hoy, el dominio vinícola Can Bas concentra 60,5 ha de viña extendidas entre la llanura próxima a la finca, la Font de Can Bas, las cuestas de Les Tarumbes, la hondonada del torrente de Els Bribons y la parte de solana de la colina de Els Basets, además del viñedo de la costa del Serral dentro del término de Sant Sadurní d’Anoia.
En Can Bas entienden que cada parcela es singular y que cada viña tiene su personalidad. En consecuencia, el trabajo y el trato que le profieren son en exclusividad. Tienen viñedos centenarios que producen muy poca uva pero de una calidad portentosa; viñas jóvenes que aportan ligereza y frescor a algunos de los vinos que elaboran; viñas maduras que bordean los treinta años que confieren un carácter sereno y maduro a los vinos de crianza.
Por la diversidad de situación y de orientación de las parcelas, los diferentes suelos, altitudes, ortografías y la gama de microclimas, en Can Bas pueden cultivar variedades de uva blanca y tinta autóctonas y foráneas, así como adaptar cada variedad a las condiciones del terruño que le sean más favorables.