En Made in Spain Gourmet siempre buscamos productos que no solo brillen por su calidad, sino que cuenten una historia, que emocionen y conecten con nuestra comunidad. Y Oro La Senda es uno de esos tesoros. Desde La Solana, en Ciudad Real, este aceite de oliva virgen extra ha logrado posicionarse entre los más saludables y valorados del mundo, con un reconocimiento internacional que habla de excelencia y pasión familiar.
Una herencia familiar que se transforma en excelencia
Detrás de este oro líquido no hay corporaciones gigantes ni campañas publicitarias millonarias. Hay una familia —los hermanos Jaime— que decidió continuar la senda marcada por su padre Alfonso, quien en 2005 convirtió sus olivares al cultivo ecológico.
«Cada reconocimiento renueva el espíritu de nuestro padre», confiesa Manuel Jaime, CEO de la almazara. «Nos inspira a seguir trabajando con humildad, coraje y pasión para legar un proyecto sostenible y auténtico a las futuras generaciones».
En cada gota de Oro La Senda late la memoria de su padre y la fuerza de un legado que no sigue modas, sino raíces.
De la oliva a la botella en menos de ocho horas
Lo que distingue a este AOVE no es solo su sabor, sino el cuidado detrás de cada decisión. Los olivos se cultivan de manera ecológica certificada, sin pesticidas ni químicos. La recolección es casi manual y solo los frutos más perfectos llegan a la almazara.
En menos de ocho horas tras la cosecha, la oliva se transforma en aceite mediante un proceso que combina tradición y tecnología de última generación: trituradoras con control de oxígeno, depósitos de acero inoxidable y bodegas climatizadas que conservan el aceite como un tesoro, preservando aromas, compuestos fenólicos y frescura.
«Cada detalle importa: desde la batida vertical hasta el almacenamiento en completa oscuridad. Todo está pensado para que cada gota sea extraordinaria», explica Manuel.
Denominación y alma manchega
El AOVE de Oro La Senda cuenta con Denominación de Origen Campos de Montiel y el sello Campo y Alma, reflejando su vínculo con la tierra. Para los hermanos Jaime, este aceite es mucho más que un producto: es autenticidad, sostenibilidad, salud y cultura.
«Queremos transmitir respeto por el olivar, pasión familiar y delicadeza en cada detalle, para llevar del campo a la mesa la esencia más pura de nuestro trabajo», añade Manuel.
Un nombre que refleja un camino
El nombre Oro La Senda no es casual: simboliza el camino recorrido, los pasos de varias generaciones que con humildad y esfuerzo han convertido la tradición en excelencia. La almazara moderna que hoy visitamos es la culminación de ese sueño: un espacio donde la tecnología y la tradición se dan la mano para crear un AOVE reconocido a nivel mundial.
Del corazón de La Mancha a cocinas Michelin
Hoy, este aceite no solo se disfruta en La Solana. Se encuentra en tiendas gourmet y en mesas de chefs con Estrella Michelin, que lo utilizan por su frescura, intensidad vegetal y textura única.
«El AOVE no es simplemente aceite de oliva: es salud, cultura y diferenciación en la mesa. La única manera de comprenderlo es probarlo», invita Manuel.
Un futuro de oleoturismo y expansión internacional
El reconocimiento internacional no ha hecho que pierdan la esencia manchega. Quieren abrir las puertas de la almazara al mundo, a través del oleoturismo, para que cada visitante viva la experiencia de ver nacer un aceite de excelencia.
«Seguiremos difundiendo un AOVE de extrema calidad, pero siempre con sensibilidad ecológica. Queremos que más personas descubran nuestra pasión», afirma Manuel.
Tradición y medicina natural
Para Manuel Jaime, el AOVE es tradición y medicina natural. Y quizá ahí reside su verdadero valor: no es solo alimento, es cultura, salud y memoria. Un viaje que comienza en los olivares de La Solana y llega a las mesas más exigentes del mundo, con la humildad de quien sabe que lo extraordinario empieza en lo sencillo.
AUTOR: Israel Romero, CEO de Made in Spain Gourmet.