Dejar Hacer una Private Label: La Peor Decisión para tu Marca Gourmet
La Decisión que puede matar tu marca. Hay decisiones que parecen inteligentes a corto plazo, pero que son letalmente tóxicas a largo plazo. Una de ellas es esta: «Voy a hacer una marca privada gourmet para otro cliente, así vendo más rápido.»
En Made in Spain Gourmet, llevamos años ayudando a marcas españolas a posicionarse en el exterior, y no hay nada que nos duela más que ver cómo productores brillantes, con productos excepcionales, renuncian a su alma de marca por una facturación inmediata.
Sí, facturas. Pero te desdibujas. Pierdes esencia, estrategia y futuro.
Marca privada: el enemigo silencioso de tu marca propia
La marca privada en el sector gourmet es un atajo mal diseñado, una decisión basada muchas veces en el miedo, la desinformación o la urgencia económica.
Aquí te explico, punto por punto, por qué hacer private label es una de las peores decisiones que puedes tomar si de verdad quieres construir una marca gourmet potente, reconocida y rentable.
1. Dependencia total del cliente (el distribuidor, el retailer… o el que manda)
Cuando haces private label, ya no eres dueño ni de tu producto ni de su narrativa. Ellos ponen la marca. Ellos deciden el packaging. Ellos fijan los precios. Ellos te pueden cambiar mañana mismo por otro fabricante. Y tú, que invertiste tiempo, calidad y esfuerzo, quedas fuera del juego sin haber construido nada tuyo.
2. Negociación desigual y desequilibrada
El mercado gourmet en EE.UU. está saturado. Y los grandes como Whole Foods, Trader Joe’s, Publix o Sprouts juegan en otra liga. Piden exclusividad, descuentos, control total. Negocian duro. Y si no puedes cumplir con volúmenes o tiempos, te cambian en un abrir y cerrar de ojos.
¿Tu producto es único? Sí. Pero para ellos, eres uno más de la lista.
3. Márgenes ridículamente bajos
Mientras tú haces malabares para mantener la calidad, el cliente de private label presiona por precio. Al final vendes más, pero ganas menos. Y luego te preguntas por qué no tienes dinero para invertir en tu propia marca. No es que no puedas… Es que se lo estás regalando a otro.
4. Riesgos financieros y cambiarios
Operar en dólares desde España suena bien, hasta que:
- El euro sube y pierdes margen.
- Te pagan a 60-90 días (si te pagan).
- No tienes un contrato blindado y te quedas colgado.
Y todo esto, mientras tu marca se queda invisible.
5. Alta competencia (sin diferenciación)
El mercado de private label gourmet está en auge. Pero también es una guerra de precios. Sí, tú ofreces calidad. Pero si el comprador solo quiere “lo más barato con apariencia gourmet”, vas directo al matadero. Y entonces ¿qué sentido tiene ser gourmet, si te tratan como uno más?
6. Pérdida total de identidad
¿Tu aceite tiene una historia? ¿Tu jamón viene de una finca con generaciones de tradición? ¿Tu queso refleja la cultura de tu tierra? Nada de eso importa cuando haces private label. El retailer te empaqueta como quiera, te ubica donde quiera, y borra todo el valor emocional de tu producto.
7. Imposibilidad de construir tu propia marca en paralelo
Una vez que entras con private label, cerraste la puerta a tu propia marca en ese canal.¿Quieres lanzar tu marca después? Compites con tu cliente actual. Y probablemente, con tus propios productos.
8. Falta de reconocimiento de marca
Tus productos se venderán, pero nadie sabrá que eran tuyos. Y cuando quieras lanzar tu propia marca… nadie la conocerá. Ni la asociará con calidad, ni con tu trayectoria. Eso es un suicidio silencioso de marca.
9. Presión extrema sobre calidad y precios
Private label no te permite ser fiel al gourmet. Porque aunque el comprador diga que quiere calidad, siempre prioriza precio. Y si no cedes, busca otro. Pero si cedes, tu producto se diluye, tu valor cae, y tu esencia se pierde.
10. Volatilidad de contratos (y de relaciones)
Hoy estás dentro. Mañana estás fuera. Las relaciones en el mundo private label son como un Tinder de fabricantes: rápidas, frías y desechables. ¿Y tú quieres construir una marca para generaciones o solo sobrevivir un año más?
11. Riesgo de reputación sin control
Si tu cliente baja la calidad o lanza una campaña fallida, tú no puedes hacer nada. Pero tú sigues siendo el productor. Y ese daño, puede salpicarte sin posibilidad de defenderte.
¿Cuándo sí puede tener sentido hacer marca privada gourmet?
No todo es blanco o negro. Puede tener sentido en contextos muy concretos, como:
- Aprovechar capacidad instalada para generar flujo de caja.
- Tener un broker o socio estratégico (como Made in Spain Gourmet) que defienda tu valor y tu storytelling incluso en una acción táctica.
- Usar la marca privada como palanca para lanzar tu propia marca a futuro, pero nunca como destino final.
- Crear una gama de entrada, pero protegiendo tu línea premium.
Pero que quede claro: La marca privada nunca debe sustituir tu marca propia.
Conclusión: O construyes marca o trabajas para otros
Producir gourmet sin marca es como escribir una novela y dejar que otro la firme. Si tienes un producto de calidad, con historia, con alma…
No lo vendas al por mayor con una etiqueta blanca.
Construir una marca es más difícil, sí. Requiere tiempo, inversión y estrategia. Pero es el único camino para tener control, valor, comunidad y futuro.
En Made in Spain Gourmet, creemos que el futuro del gourmet español no está en ser invisible, sino en ser inolvidable.
¿Estás construyendo tu marca o fabricando para otros?
Conversemos. En Made in Spain Gourmet ayudamos a marcas con alma a conquistar el mercado sin traicionar su esencia.
AUTOR: Israel Romero, CEO de Made in Spain Gourmet.