En 1730 la familia Domecq llega a España. Un apellido que está íntimamente relacionado con la producción de alimentos y vinos de alta calidad, como el jerez y los
brandies. Un saber que ha trascendido de padres a hijos. Siempre acompañado de su segunda pasión, la cría de animales en libertad, como los cerdos 100% ibéricos.
En 1970 Juan Pedro Domecq Solís comenzó la cría del cerdo 100% ibérico en su finca sevillana de Lo Álvaro. En una ambiciosa búsqueda por crear el jamón más exquisito, Juan Pedro confió en diferentes estudios llevados en colaboración con diversas universidades españolas. El resultado lo encontramos en una variedad única: el cerdo100% ibérico lampiño- marmellado.
En el año 2000, con el apoyo de su hijo Juan Pedro Domecq Morenés lanza al mercado un producto de excelente calidad, teniendo a sus espaldas toda la experiencia en la crianza del cerdo 100% ibérico.
Tristemente Juan Pedro Domecq nos dejó repentinamente en 2011, y sus hijas, Teresa e Isabel Domecq tomaron las riendas de la empresa hasta hoy. Una empresa de cerdos de una casi extinta, la
mamellada-lampiña, la mejor –es por la que había apostado su padre en 1970, después de mucha investigación en la que llegó a estar implicada la universidad–, para la elaboración del jamón ibérico de bellota (por su capacidad de conversión de la bellota e infiltración de la grasa). No sólo sacaron adelante la empresa, sino que la pusieron en lo más alto, posicionándola en el segmento del
lujo gastronómico más exclusivo. Hoy, su selecta producción limitada (sólo 3.000 cerdos al año) se vende (nada menos que un porcentaje del 70%) a países de todo el mundo, y son especialmente apreciados en Francia, Italia, Singapur, México, Tailandia... Y esperamos que, con nuestro desarrollo,
Made in Spain Gourmet, también en Los Estados Unidos.