Porque no triunfamos en el extranjero como marca España Gourmet
Leo muchas cosas maravillosas que ha hecho España a lo largo de los siglos. Fuimos un imperio global, el más dominante durante los siglos XV y XVI. Nos extendimos por el mundo, llevamos nuestra cultura, nuestras universidades, nuestra religión y nuestras leyes. Lo fascinante de aquel período no es solo la conquista territorial, sino cómo conseguimos integrar y liderar, creando vínculos que aún perduran hoy, siglos después.
Recordemos, para los poco estudiados, que en 1519 Hernán Cortés llegó con menos de mil hombres a la Península de Yucatán y, con una estrategia audaz, liberó del sometimiento azteca a los pueblos de los Tlaxcaltecas, los Texcocanos y los Chalcas. Lo que vino después fue un proceso de mestizaje, integración y legado cultural, que todavía puede percibirse en Hispanoamérica . Esa es, para mí, la verdadera medida del éxito: liderar, enseñar, integrar y dejar un impacto que trascienda generaciones.
Hoy, siglos más tarde, España ha perdido buena parte de aquel impulso internacional. Nuestro liderazgo global, que una vez fue indiscutible, cedió terreno. La iniciativa de emprender fuera de nuestras fronteras no ha sido la norma hasta finales del siglo XX, y solo muy lentamente, en este primer cuarto del siglo XXI, estamos empezando a reconquistar mercados. Sin embargo, el crecimiento gourmet internacional sigue siendo lento, desigual y fragmentado, y casi nunca refleja el verdadero potencial de la marca España Gourmet.
La dependencia de intermediarios: un error histórico
Uno de los grandes errores de España en la internacionalización gourmet ha sido delegar todo el trabajo a intermediarios y distribuidores. “Déjaselo todo al importador”, dicen algunos: introducción, desarrollo, promoción, creación de valor de marca… ¡Error! Esto no funciona. Dejar nuestra marca y productos en manos externas significa:
- Pérdida de control sobre la narrativa y la identidad de la marca.
- Información fragmentada y desactualizada sobre cómo se perciben los productos en el mercado.
- Dependencia de intermediarios que permanecerán a nuestro lado solo mientras les convenga.
Este enfoque ha llevado a que muchas marcas españolas luchen solas, ganen pequeñas batallas, pero nunca conquisten la guerra de la percepción internacional. Porque triunfar en el extranjero no es solo vender; es imponer un relato, un estándar y un prestigio.
El problema de la desunión
España ha sido, y sigue siendo, grande. Pero ¿cómo hemos dejado en manos externas el desarrollo internacional de nuestros productos gourmet? La consecuencia es clara:
- Crecimiento desigual y lento.
- Ausencia de respaldo colectivo de la marca país; España Gourmet.
- Batallas ganadas de manera individua (las que consiguen las empresas pros cuenta), pero sin cohesión estratégica ni apoyo gremial, político o humano.
La desunión crea confusión. Cuando cada marca actúa por su cuenta, el mensaje sobre España como marca gourmet se diluye. Se mezclan productos de categorías y calidades desiguales, lo que provoca que las mejores marcas pierdan valor frente al consumidor internacional. El resultado: el viejo y perjudicial cliché de que “España siempre tiene una alternativa barata” se refuerza, desmereciendo lo mejor de nuestro país.
¡Basta ya!
Estrategias claras y unidad de categorías
Necesitamos estrategias de marca paísmás coherentes. No basta con decir “Made in Spain” en una etiqueta. Debemos:
- Categorizar con rigor y transparencia: separar lo premium de lo masivo, identificar claramente los productos de excelencia y protegerlos.
- Crear un sello gourmet español: un distintivo que avale calidad, autenticidad y procedencia. Esto facilitaría la entrada de productos y protegería a los mejores del mercado internacional.
- Fomentar la colaboración entre marcas: un frente común permite campañas de marketing internacional más fuertes, coherentes y memorables.
- Impulsar la digitalización y marketing internacional activo: las marcas deben involucrarse directamente en estrategias online, soporte a partners y visibilidad global. Recordemos que lo mas valioso, productores no es lo que producís, sino el valor de vuestras marcas.
Apoyo público real, no postureo
El soporte del Estado debe sertangible, estratégico y consistente, no solo apariciones en ferias y fotos de ministros en eventos. Necesitamos:
- Reducción de cargas fiscales para que las empresas puedan destinar recursos reales a promoción internacional.
- Convenios con aerolíneas, cadenas hoteleras y operadores logísticos españoles para crear un lobby gourmet español que impulse presencia y prestigio en mercados globales.
- Apoyo a la internacionalización que se mida en resultados y expansión, no en medallas o diplomas de asistencia a ferias de cargos públicos que ni tiene responsabilidades personales ni tiene conocimiento profesional de gestión empresarial. Invirtámos con profesionalidad y rigor.
El reto de la confianza entre españoles
Made in Spain Gourmet ya lidera esta visión en EE.UU., pero la colaboración entre marcas españolas sigue siendo limitada. La razón es simple, aunque triste: la desconfianza entre españoles. Mientras no superemos esta barrera, los esfuerzos seguirán fragmentados y poco efectivos.
Necesitamos valentía, compromiso y acción. Más hechos, menos palabras. Debemos invertir en alianzas, crear un mensaje único y potente que represente lo mejor de España y transmitirlo de manera consistente a los mercados internacionales.
Aprendiendo del pasado para conquistar el futuro
Hernán Cortés no conquistó solo. Supo aliarse, organizar y liderar con audacia. Esa es la metáfora perfecta para España Gourmet: no basta con tener productos excelentes, hay que liderar la estrategia internacional.
- Seleccionar aliados estratégicos.
- Proteger y diferenciar lo mejor de España con un sello de calidad.
- Comunicar con un mensaje unificado y emocional.
- Apostar por la innovación, la digitalización y la profesionalización de cada acción internacional.
Si logramos esto, España dejará de depender de intermediarios que solo buscan su beneficio y empezaremos a posicionar nuestro país como un referente global de la gastronomía premium, tal como lo fue durante siglos en otros campos.
El camino para triunfar como marca España Gourmet no es sencillo, pero sí claro:
- Unidad entre marcas y categorías.
- Estrategias de marketing internacional coherentes y audaces.
- Apoyo público tangible, con reducción de cargas fiscales y acuerdos estratégicos.
- Sello gourmet español, que proteja la excelencia y ayude a posicionar productos en mercados clave.
- Confianza y colaboración entre españoles, superando barreras históricas y egos individuales.
Si aplicamos estas estrategias, Made in Spain Gourmet no solo será un proyecto, sino un movimiento que haga justicia al talento, la creatividad y la calidad de los productos españoles. España tiene todo para conquistar mercados globales; solo necesitamos la voluntad, la estrategia y la unidad para hacerlo realidad.
Es momento de dejar de mirar atrás y actuar con la misma audacia que nos hizo grandes. Porque el mundo está listo para nuestros sabores, nuestras texturas y nuestra creatividad. Solo falta que España Gourmet se atreva a liderar y conquistar como debe.
AUTOR: Israel Romero, CEO de Made in Spain Gourmet.





