El libro “El Lazarillo de Torres” que presuntamente su escrito es “Anónimo” es la obra que mejor representa al género de la picaresca. La picaresca española es un género literario que nació en España en el siglo XVI y que tiene como protagonista a un pícaro: un personaje humilde, astuto y muchas veces tramposo, que vive al margen de la sociedad y se las ingenia para sobrevivir en un mundo injusto. Hablamos de casi 500 años atrás… y España sigue siendo igual.

Picaresca española, un atributo común nacional
La picaresca en el mundo gourmet español, en el sentido de manipular etiquetas, crear falsas exclusividades o engañar con el origen de los productos, se ha convertido en una forma de astucia comercial que se aprovecha de la confianza del consumidor. Al igual que en las novelas picarescas, los vendedores de estos productos hacen uso de engaños y apariencias para obtener un beneficio, a veces sin preocuparse por la autenticidad del producto. Es un fenómeno que no solo afecta a los consumidores, sino que también socava la credibilidad de toda una industria que debería basarse en la calidad y la honestidad.
¿Te ha pasado alguna vez que hayas caído en este tipo de engaños? ¿Cómo sueles identificar si un producto es realmente de calidad o solo una etiqueta bonita?
La Picaresca en los Productos Gourmet: El Engaño Tras las Etiquetas
1. Jamón Ibérico 50% como «premium»
Uno de los casos más comunes de picaresca en el mundo gourmet es el de los productos de jamón ibérico. El jamón ibérico de cebo (50% de raza ibérica) muchas veces se comercializa como si fuera de máxima calidad, cuando en realidad está lejos de serlo si lo comparamos con el jamón ibérico 100% de bellota o raza ibérica (pata negra)
- Truco de marketing: Al poner en la etiqueta «ibérico», el consumidor muchas veces piensa que está comprando un producto de lujo, pero los jamones 50% ibéricos son más baratos y menos sabrosos.
- Picaresca: Venderlo como un producto de «alta gama» solo por ponerle una etiqueta que suena bien, pero sin aclarar que la calidad es inferior al 100% ibérico de bellota. Este tipo de estrategias se aprovechan de la falta de conocimiento del consumidor sobre la diferencia real entre los distintos tipos de jamón.
2. Aceite de Oliva vs. Aceite de Oliva Virgen Extra
Otro gran ejemplo de picaresca se da en el mercado de los aceites de oliva. El aceite de oliva virgen extra es considerado el de mejor calidad, pero a menudo se venden aceites de menor calidad y se etiquetan de manera engañosa como «virgen extra».
- Truco de marketing: Muchos aceites de oliva baratos se venden con etiquetas como «aceite de oliva virgen», aunque su calidad no cumpla con los estándares que definen al aceite virgen extra (como la acidez o el sabor).
- Picaresca: Al poner «virgen extra» en la etiqueta, se da la impresión de que el aceite es de alta calidad, pero en realidad puede tratarse de un producto más refinado, con menos sabor y menos nutrientes. El consumidor paga un precio premium sin recibir el producto prometido.

Picaresca española, un atributo común nacional
3. Conservas de Marisco: «Made in Galicia»
Las conservas de marisco, especialmente cuando se anuncian como «auténticas de las Rías Gallegas», pueden ser otro ejemplo claro de picaresca si no se venden con total transparencia.
- Truco de marketing: Muchos productores etiquetan como «auténticas conservas de las Rías Gallegas« productos que, aunque puedan estar hechos en Galicia, no necesariamente contienen mariscos de la región o pueden no seguir los métodos tradicionales de conservación. La etiqueta en sí misma apela a la nostalgia y a la autenticidad de la gastronomía gallega, pero no siempre refleja la realidad.
- Picaresca: El consumidor asume que está comprando un producto artesanal o de gran calidad solo por el nombre o la procedencia, cuando el proceso de producción y el origen del marisco pueden no ser tan auténticos como se presenta.
4. Queso Manchego «no Manchego»
El queso manchego es uno de los productos más mal etiquetados y abusados. El verdadero queso manchego solo puede ser producido en la Denominación de Origen La Mancha, pero existen muchas imitaciones que no cumplen con los estándares, pero se venden con la etiqueta «manchego» sin ningún reparo.
- Truco de marketing: Vender un queso semicurado o curado como «queso manchego» cuando en realidad no tiene la denominación de origen, o usar la etiqueta para dar la impresión de que se trata de un queso artesanal.
- Picaresca: En este caso, se juega con la ignorancia del consumidor sobre las denominaciones de origen, vendiendo un producto de menor calidad bajo un nombre que ya evoca prestigio y tradición.

Picaresca española, un atributo común nacional
¿Qué se puede hacer frente a esta picaresca?
Para evitar caer en esta «picaresca gourmet», es fundamental:
- Informarse sobre las etiquetas: Asegurarse de que el producto cuente con la denominación de origen o las certificaciones que garanticen su autenticidad y calidad.
- Exigir transparencia: Los productores y comercios deben ser más claros sobre el origen y proceso de fabricación de los productos. Las etiquetas deben ser precisas, sin dejar lugar a interpretaciones confusas.
- Conocer los sellos de calidad: En España, existen sellos de calidad como el DO (Denominación de Origen) o el DOP (Denominación de Origen Protegida) que certifican la autenticidad y calidad de los productos.
- Desarrollar un consumo crítico: Los consumidores deben desarrollar una actitud más crítica y consciente al comprar productos gourmet y estar alerta ante etiquetas que suenan demasiado bien para ser ciertas.
- Made in Spain Gourmet precisamente nació para que sólo lo mejor de España fuera consederado iun producto Gorumet Premium español. Nos queda mucho por hacer pero hay que combatir entre todos lo que no es gourmet. El arte de vender al precio que un producto español gourmet se merece no es fácil, sobretodo porque hay que saber, querer hacerlo y tener clientes que lo compren. Muchos factores que nos dejan muy solos ante el peligro pero que lo vemos como una auténtica oportunidad de tirunfar con lo mejor que España puede ofrecer.
El Lazarillo de Tormes no es que fuera Anónimo, sino que son tantos los españoles que se sienten reflejados, manipulando etiquetas, creando falsas exclusividades o engañando con el origen de los precios, que debería poner autor: ¡Made in Spain!