Uno de esos imprescindibles de nuestra gastronomía. Recuerdo los bocadillos que me hacía mi padre para el colegio y el instituto, que eran la envidia de mis compañeros. Con el toque justo de aceite de oliva virgen extra maridaba de manera perfecta.
Su elaboración es natural, y para ello se seleccionan carnes y magros de primera calidad de cerdos de bellota 100% ibéricos. De un color rojo intenso, gracias a un pimentón y ajo premium, se nota que está elaborado con piezas nobles porque su textura es de una jugosidad exquisita, porque la grasa natural de estos productos tan puros, hacen que en el paladar quieran mantener ese gusto por un tiempo indefinido. Da gusto observar el corte cuando preparas unas tapas con una buena rebanada de pan, picos o regañás. Los nuestros son de Extremadura, Guijuelo y
Pedroche. Tres de las Denominaciones de Origen ibéricas de España.
¡Todas exquisitas!