No estamos acostumbrados en nuestro país a ser líderes o referencias que marcan tendencia. Pero, con el tiempo, poco a poco esa idea se ha ido cambiado. En los edulcorantes de origen natural Premium, Sucralín marca el paso a seguir.
¿Por qué es tan inusual ver marcas españolas que son la referencia internacional? Afortunadamente, esa tendencia ya va mitigándose. Pero en los inicios del siglo XXI no era tan habitual que las marcas de la gastronomía española pudieran marcar el ritmo. Son muchos los factores que podríamos sumar a esa falta de empresas líderes, pero principalmente, deberíamos apuntar hacia la falta de innovación, y por ende, la falta de inversión económica para desarrollar todo nuestro potencial.
Sucralín, resultado de un sueño hecho realidad
La espontaneidad como surgió el producto Sucralín hace más romántico su historia. A su creador y Director General, Oscar Gràcia, en sus rutinarios chequeos anuales, se le detectó un alto nivel de azúcar, debido a que, por decirlo de una manera poco ortodoxa, “El tomaba azúcar con café”. Y ello, día sí y día también, hizo que sus informes médicos le advirtieran del grave riesgo que podría padecer si continuaba con esa cantidad de azúcar diaria.
Y cómo es una persona resolutiva y muy pragmática, decidió buscar alternativas a su, literal, adicción al azúcar en sus cafés. Con la ayuda de su médico, creo un equipo de trabajo, en el que se incluían endocrinos y nutricionistas. Trabajaron para encontrar un producto que pudiera sustituir al azúcar al 100%.
En el mundo de los edulcorantes no se había avanzado mucho en los últimos años, teniendo como casi única alternativa a la sacarina para endulzar bebidas. Un edulcorante de origen artificial, con aplicaciones solo a nivel de bebidas y con un sabor que poco recuerda al del azúcar.
Pero Óscar no quería copiar a un producto alternativo, quería ir más lejos. Eso eran ya palabras mayores. Le obligó a invertir en I+D para encontrar fórmulas que dieran con un producto que además de endulzar, pudiera sustituir al azúcar en todos los estadíos, incluso para cocinar con él.
Y, a través de la sucralosa, se inició el desarrollo de Sucralín.
Descubierta en 1976, la sucralosa es un endulzante sin calorías y con un sabor muy similar al del azúcar dado que proviene de ella. La sucralosa como tal, se obtiene de un proceso, en que a través de varios pasos se modifica la molécula del azúcar, obteniendo un edulcorante que conserva su sabor, pero sin sus calorías.
Extraída de la caña de azúcar, la sucralosa era el ingrediente fundamental y la base de lo que posteriormente se convirtió en Sucralín. Tras muchos ensayos con distintos ingredientes, test, mezclas y pruebas, finalmente, Oscar y su equipo de expertos obtuvieron un producto final revolucionario: Sucralín. Un edulcorante con ingredientes de origen natural, que provenía de la caña de azúcar, con el que se podría abandonar la ingesta del azúcar y pasarse a su sustituto con plenas garantías de sabor y propiedades endulzantes.
Propiedades muy atractivas
En el tiempo que se creó Sucralin otras opciones edulcorantes, aparecieron en el mercado, algunas de origen natural como la Estevia, muy dulce per de un regustos que transforma el sabor de los alimentos, ya que sabe a regaliz. Y otros como los polialcoholes (erititrol o maltitol) que sí endulzan, pero su consumo provoca flatulencias y efectos laxantes.
Sucralín el edulcorante “redondo”. Es concentrado, sin efectos secundarios. Su poder endulzante es, entre 7 y 10 veces más dulce que el azúcar, con una textura muy similar y lo más importante, sabe a azúcar.
Además, consiguió que se pudiera utilizar no sólo para endulzar bebidas o lácteos, también dio el paso para introducirse en la cocina, para ser un ingrediente más en la elaboración de recetas de culinarias, su facilidad para ser utilizado para cocinar, completó el círculo.
Sumémosle unas bajísimas calorías. Además,es apto para personas diabéticas, no contiene gluten, ni lactosa y además de ser respetuoso con el hígado (no contiene fenilananina como sí lo tiene el Aspartamo, edulcorante de las bebidas gaseosas con cero calorías), obtenemos un producto que cambiaría la manera de endulzar platos, bebidas y postres para siempre.
Así empezó su andadura allá por el 2011, adentrándose por las farmacias y parafarmacias, Y debido a su éxito se extendió por todo el territorio español. Ampliando su distribución a herboristerías, centros de dietética, supermercados, mercado industrial/profesional y por supuesto, internet.
La competencia nos copia
Cuando haces bien las cosas, la competencia tiende a imitarte.
A Sucralín también le ha pasado. Rompió moldes como producto, y también con su atrevido diseño. Nuestro color rojo rubí de la gama de gran consumo, y su característico corazón, forma parte ahora de varios de nuestros competidores, con sus diferencias, aunque recuerdan al original, Sucralín, resultado de que hacemos bien las cosas y somos pioneros.
Y así, el mercado considera a Sucralín como el edulcorante de origen natural de mayor calidad. Ello nos enorgullece. Aunque todavía queda muchísimo camino por recorrer hasta llegar a ser el sustituto del azúcar… Ya estamos recortando las distancias de manera constante. La tendencia a cuidarse y alimentarse de manera más saludable, nos está ayudando a sumar a personas que desean endulzar su vida con productos alternativos al azúcar y que sean, además, saludables, y Sucralín es ambas cosas. Al igual que muchos productores industriales que están elaborando sus productos SIN AZUCAR, gracias a SUCRALIN.
Orgullosos de ser un producto Made in Spain, con toda la carga de máxima calidad que conlleva ello, seguimos trabajando para ayudar a más personas a consumir menos azúcar y pasarse a un modo de vida más saludable… En una palabra ayudándolos a ”Sucralinizarse”.