Esa pregunta, es mucho más difícil de responder por parte de los productores. Que si en España no son muy bien tratados por restaurantes u hoteles de máxima calidad (que les apretan en precio como si sus productos no costasen lo que valen, u ofreciendo alternativas más baratas, no importando echar a perder status y reconocimiento de algunos de los productos españoles gourmet, por su ganancia dineraria cortoplacista), en el extranjero, hay una mezcla de pavor por perder distribuidores si les cuestionan su manera de gestionar sus productos, y a la vez, ignorancia, por cómo atacar ellos mismos (las marcas) los mercados internacionales.
Y es por eso, que viéndose en una encrucijada de difícil solución, notamos el cierto pesimismo a la hora de ver su crecimiento internacional, como algo que se puede gestionar desde la propia marca.
Porque, no nos engañemos,
no hay mejor canal de crecimiento que el de la propia marca, y esto es indiscutible, pero otra cosa es que se asuma como tal.
Made in Spain Gourmet ha demostrado en los últimos cuatro años que no hay mejor canal de crecimiento que el de uno mismo. Pero además, el nuestro es muy atractivo y esencial para crecimientos internacionales sostenibles y progresivos. Gracias a nuestro
posicionamiento orgánico, Google nos ha ayudado a atraer a ese perfil de consumidor que anhelan nuestras marcas gourmet españolas: personas con alta capacidad económica y conocimiento de nuestros productos, que sólo los quieren disfrutar, no se preocupan por su precio, sino por la accesibilidad a los mismos. Y en nuestra tienda online los encuentran y también nuestro asesoramiento cuando es requerido, y luego un envío seguro, asequible y bastante rápido. Recordemos que nuestra web está
en 32 idiomas, y que publica entre
10/15 artículos cada mes, de contenido propio, sobre nuestros productos gourmet españoles, por lo que nuestra autoridad en Google es real.
Y no hay nada más que aportar. Mucho trabajo en el desarrollo de nuestra marca a nivel digital, y una recompensa cada día mayor.